Llano de Brujas 2

Queridos niños y niñas,

No podéis imaginar la ilusión que me hizo ver a Contrapasmo entrar por la ventana con las cartas en el pico y sudando de lo que pesaban.

Estaba bastante nerviosa porque ya hacía días que las esperaba.
Antes de empezar a leerlas tuve que colgarme un ratito de la lámpara para tranquilizarme y poder leer con calma para entender todo lo que leía.

Ahora voy a presentarme bien. Como ya os dije en la carta anterior, me llamo Nonduermas y vivo en Llano de Brujas. Tengo unos ocho siglos y medio y estoy en plena juventud. Soy buena, y todos mis poderes sólo sirven para hacer el bien. No soy muy alta, 2150 mm, mi color de piel es cambiante según la estación del año –es una de
las peculiaridades de las brujas–, en invierno siempre la tengo azulada por el frío, en primavera el aspecto cambia y mi cara es toda rosadita, cuando llega el verano mi piel se tuesta rápidamente con un moreno chocolate y en otoño tiene el color ocre de los bosques de castaños. Mi frente es ancha; los ojos, de color verde agua de lago y un poco almendrados con unas pestañas largas; la nariz, parecida a las helénicas, y la boca no muy grande con los labios finos y de color fresa madura. Tengo todos los dientes y voy al erizo dentista dos veces al año para controlar la caries y… ¡es un
rollo! pero las brujas debemos mantener una buena dentadura para hacer la probatura de las pócimas. Mi pelo es largo y castaño, con reflejos verde dorados de bosque de pino y abeto. No es ni muy liso como la cola de un caballo ni muy rizado como la lana de las ovejas: es como las olas del mar, ondulado. Mis orejas son un poco
puntiagudas por el lóbulo superior y por el inferior pero no llegan a ser esas flechas que tienen los gnomos. Mis brazos y mis piernas son proporcionados a mi altura y cuerpo. Mis manos son finas y largas, con unas uñas limpias y cuidadas y un poco largas pues me sirven para poder rascar la corteza de los árboles, los tallos de las
plantas, los minerales y los frutos para mis pócimas. Mis pies son algo pequeños, muy finos y alargados, uso un 67, me ayudan a volar en mi escoba.

Bueno, creo que por hoy ya está bien, me despediré de vosotros esperando con mucha ilusión vuestras nuevas cartas contándome muchas cosas.

Os mando un estrellado abrazo y lunáticos besos.

NONDUERMAS